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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #bebe, #embarazo, #salud, #cuidados
El sangrado en el segundo trimestre de embarazo responde a distintas causas dependiendo del momento del embarazo en que se presenten (primera o segunda mitad). Esto puede ser motivo de preocupación para muchas futuras mamás, especialmente en la mitad de la gestación.
Entender sus posibles causas, síntomas y cómo actuar es esencial para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé.
Por ello, en Más Abrazos, abordaremos todo lo que necesitas saber sobre el sangrado en el embarazo durante la primera y segunda mitad.
¡Empecemos!
Generalmente, los sangrados en el embarazo se dividen en dos grandes grupos: aquellas que se producen durante la primera mitad del embarazo y aquellas que se producen durante la segunda mitad de gestación.
Los sangrados de embarazo durante la primera mitad pueden corresponder a embarazo ectópico (embarazo que se desarrolla fuera de la cavidad uterina, generalmente en las trompas), a amenaza de aborto, aborto o enfermedad trofoblástica (enfermedad tumoral generalmente benigna).
El término ectópico significa “embarazo fuera del útero”, el cual hace referencia a una implantación del óvulo fecundado por fuera del útero (también conocido como embarazo extrauterino), que es el lugar adecuado donde debe ocurrir todo el proceso de la gestación.
Un embarazo ectópico puede ubicarse en las trompas de Falopio (95% de los casos), ovarios, cuello uterino o abdomen. Usualmente, dado que no es el lugar adecuado para que transcurra el embarazo, culmina con un aborto espontáneo, sin embargo, en ocasiones puede generar urgencias ginecológicas graves que requieren atención inmediata.
El óvulo es la célula sexual o gameto femenino maduro, que se origina en los ovarios y es liberado en la trompa de Falopio para luego migrar a través de ella hasta el útero.
La fecundación (fusión del espermatozoide con el óvulo) ocurre en la trompa de Falopio y al cabo de 2 a 5 días debe avanzar hasta anidarse en el útero donde se podrá desarrollar el embrión.
En algunas circunstancias, esta migración no ocurre de forma correcta, por lo que el óvulo fecundado queda implantado en un sitio diferente al útero generando lo que conocemos como embarazo ectópico.
Una vez confirmado que estás en embarazo, es importante tomar una ecografía pélvica para evaluar la correcta implantación del embrión y calcular la edad gestacional.
En el caso de un embarazo ectópico, a pesar de tener la prueba de embarazo positiva, la ecografía mostrará que el embrión no se encuentra ubicado en el útero y de acuerdo con los síntomas y localización se deberán realizar otros procedimientos médicos para asegurar que la salud materna no se vea afectada.
Pueden ser muy variados dependiendo de la complejidad y del tiempo que haya transcurrido desde la fecundación, van desde sangrados leves por abortos espontáneos hasta situaciones que deben atenderse como urgencia dado por dolor abdominal severo, náuseas y vómito, sangrado abundante y baja presión arterial.
No existe un único tratamiento para todas las mujeres embarazadas, dependiendo de la localización y el tiempo transcurrido, en algunos casos requerirá alguna cirugía de urgencia por el riesgo de complicaciones maternas (sangrado, ruptura de la trompa).
Siempre debe ser atendido en unidades de gineco-obstetricia, por lo que te recomendamos ir con profesionales para recibir atención durante tu embarazo en caso de una emergencia.
En el segundo trimestre, las principales causas de sangrado son la placenta previa y el desprendimiento de la placenta. A continuación, detallaremos ambas: Placenta previa:
Generalmente, las hemorragias durante la segunda mitad del embarazo son por placenta previa (90% de las causas) o por un desprendimiento de placenta que previamente estaba bien insertada. La placenta previa en general sangra bastante, sin dolor y puede repetirse el sangrado.
La causa exacta de la placenta previa no siempre es clara, pero ciertos factores de riesgo pueden aumentar su probabilidad. Entre ellos se incluyen cicatrices uterinas de cirugías anteriores, edad materna avanzada, historial de partos por cesárea o embarazos múltiples.
El síntoma más evidente de la placenta previa es el sangrado, que puede ser leve o profuso. Sin embargo, algunas mujeres pueden no experimentar síntomas. El diagnóstico se realiza a través de ultrasonidos y exámenes físicos.
La afectación del feto depende de la afectación materna por la pérdida de sangre. El embarazo se considera de riesgo, pero en general con el control se llega a buen término.
El desprendimiento de placenta se refiere a la separación parcial o total de la placenta de la pared uterina antes del parto. Es una complicación grave, que se resuelve con la cesárea.
Se presenta con dolor intenso y trastornos de la circulación con sangrado visible escaso. Esta eventualidad se ve en embarazadas hipertensas el 50% de las veces.
Las causas exactas del desprendimiento de placenta no siempre son evidentes, pero ciertos factores de riesgo incluyen hipertensión arterial, traumatismos abdominales, fumar durante el embarazo, y el uso de sustancias ilícitas
Estas son solo las causas más posibles de un eventual sangrado vaginal durante la segunda mitad del embarazo. Ante la aparición del mismo es fundamental que consultes a tu obstetra. La gravedad y, por lo tanto, el pronóstico dependerá de la causa e intensidad del sangrado.
Enfrentar un sangrado durante el embarazo en el segundo trimestre puede ser desconcertante, pero saber cómo actuar es esencial para tu bienestar y el de tu bebé.
La primera acción ante cualquier hemorragia en el segundo trimestre debe ser contactar a tu médico de inmediato. Proporciona detalles sobre la cantidad y color del sangrado, así como cualquier síntoma adicional que puedas experimentar.
Tu médico podrá realizar evaluaciones más precisas y brindarte orientación personalizada.
Tras notar el sangrado, descansar y limitar la actividad física es crucial. Evita esfuerzos excesivos y reposa en posición cómoda. Esto ayuda a reducir la presión en la zona abdominal y puede contribuir a mitigar el sangrado.
Recuerda, esta guía no sustituye la consulta directa con un profesional de la salud.
En resumen, el sangrado durante el embarazo, ya sea en la primera o segunda mitad, es un motivo de un diagnóstico preciso y atención profesional para preservar la salud de la madre y el bebé.
Con el control adecuado y el manejo oportuno, muchas complicaciones pueden ser abordadas para asegurar un embarazo saludable y un parto exitoso.
Si al momento de realizarte una ecografía pélvica, el embrión no está en el útero, podría ser un embarazo ectópico.
El síntoma más evidente es el sangrado, que puede variar de leve a profuso. Aunque algunas mujeres pueden no experimentar síntomas, el sangrado sin dolor es una señal común
Ambas son causas comunes de sangrado. La placenta previa suele ser indolora, mientras que el desprendimiento de placenta viene acompañado de dolor intenso. Consulta con tu obstetra para un diagnóstico preciso y tratamiento adecuado.
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